Si soy bien macho!.

Si ser macho o bien hombre, incluye ver películas de terror, pues creo que en ese aspecto mi hombría o valentía están inconclusas. Digo esto, porque lo he comprobado una y mil veces. Por estupidez propia y presión de otros, pueden tomarse muchas decisiones, lo cual sucedió en una noche fria de invierno, cosa que es mentira, era calurosa y de verano, pero al grano; con una película de reciente estreno, en versión pirata, de esas que salen hasta antes que en el cine y a parte que incluyen cuatro películas, leyeron bien?? Cuatro!!, aunque esta ya tiene algún tiempo que salió en cartelera. El menú del DVD se abre, trato de agotar hasta la ultima instancia para no verla. La táctica fallida sacada debajo de la manga fue hablar de una de las otras tres opciones, para tratar de interesar al resto del publico y así decidirse a verla. Es que sale Fergie la de black eyes peas (Espero haberlo escrito correctamente y si no me vale) ...además todos se mueren bien padre en el barco...Pero sirvió de muy poco, la decisión era inapelable: se vería Apocalipsis 666, supuesto “refrito” de la película original de 1976 (La Profecía). El intento de comportamiento a la altura de las circunstancias parecía funcionar, respiré, fumé un cigarrito y me decía a mi mismo “Es una película pendejo, no pasa nada, además te vas a dormir tarde y cansado, hasta se te va a olvidar. Total, hoy rezas mas de lo normal y se te pasa”. Play, pero las luces no se apagan eh!, fue una de las condiciones.

Así todo transcurría normal, entre curas, iglesias, niñeras, embajadores, muertes, italianos, gringos y Damián o Demian o como diablos sea (aquí metafóricamente hablando con lo de diablos), ese insolente y mal criado niño al que tenía ganas de darle dos golpes cuando menos, pero lo entendía, porque era hijo de Satanás. Uña tras uña iban desapareciendo, el pelo se arrollaba en cada dedo, a las piernas las atacaron los moscos o fue una simple sensación de comezón, y el nervio logró hacerme fumar mas de lo normal, que eso ya es una muerte segura para cualquiera; y como los guionistas, productores y directores de esta “nueva” película son tan originales, resulta ser que todo es absolutamente igual a la original, que de la misma manera me dejaba al borde de la locura en mis épocas mozas. Por lo tanto me la sabia de memoria y hasta en son de broma la parodiaba y contaba, bajo el enojo de muchos de los eespectadores. Tanto fue mi papel, que hasta asustaba a otros. Pero en el fondo, ya había empezado a recitar las oraciones de la noche y del angelito de la guarda.

El miedo se acrecentó cuando, se menciona la fecha del nacimiento de la “criaturita”, 6 de junio. Todos centran las miradas en mi en son de broma y sueltan el comentario: Mmmm..Te salvaste por un día. En alusión a la fecha de mi cumpleaños, un día antes solamente. La sonrisa hipócrita se dibujó en mi rostro. Pero por dentro el miedo me corría en cada latido del corazón. Pero que hacerle, si a mi ese tipo de cosas me aterrorizan. Lo mismo me sucedió con Viernes 13, Los niños del maíz, El exorcismo de Emily Rose, El exorcista, Eso y hasta con Chuky , pero sobretodo la de La Profecía, hoy llamada Apocalipsis 666 , esta que siempre fue la mas traumante, por muy mala que sea ahora, no pudo ser la excepción.

Las casi dos horas transcurrieron en aparente calma, fin de la película. A conversar. El reloj marcaba las 2:45 y sin alcohol, con cansancio por parte de la mayoría de los ahí reunidos, empieza la despedida. El momento de la partida inicia. El llegar a la casa parece normal, acomodo y cierro todo como es de costumbre, entro al cuarto de mi hermano, el cual comparte conmigo siempre que yo no tenga unas copas encima, no este acompañado o este envalentonado y no tenga nada de miedo. Esta ultima opción realmente es muy rara. El sueño simplemente parece no llegar, miro el reloj de nueva cuenta, las 3:00 a.m, EMILI ROSE! La hora del mal!. Nooooo!!...Enciendo la TV a la cual no le sirven los botones, el volumen hace retumbar el cuarto. Somnoliento mi hermano se levanta, molesto la apaga. Mamá enojada entra y después de no cruzar palabra con ella como en una semana o mas, solo me mira, me regaña por la hora de entrar, apaga la luz. Y Hache solo, atemorizado, con los ojos fijos en la imagen de Britney o Madonna o tratando de ver la luz del baño que es la única que normalmente queda encendida. Las oraciones, rezos y la correspondiente santiguada no se hacen esperar. La una y treinta de la tarde, un nuevo día y yo sigo siendo bien macho.