No, no me he vuelto aún crítico de tv (que más quisiera!) pero creo que hay programación en esa cajita mágica que vale la pena ver, analisar y de paso disfrutar. Una de ellas es la telenovela llamada "El Sexo Débil", una exquisita historia de Epigmenio Ibarra con producción de Argos para "Cadena Tres". La historia basada en el clan Camacho, un patriarcado bien delimitado en costumbres y valores tradicionales de las familias mexicanas, donde el machismo es el eje del sacrosanto quehacer cotidiano. Agustín, un reconocido cardiólogo que ha tenido en su vida inumerables cantidades de infidelidades, que tiene un paso de macho que intenta ocultar al igual que sus sentimientos; imponiendo siempre su voluntad y apelando al derecho supremo de ser el gran macho de la casa a quien todo se le permite y perdona "porque así lo manda la norma de la buena costumbre". Dante, el hijo extramatrimonial de Agustín, que es psiquiatra, dedicado a ayudar a arreglar la vida de los demás pero que no sabe cómo hacer lo mismo con la propia; su pasado, sus miedos, el abandono de una madre que aparentemente está muerta, los recuerdos...lo han convertido en un ser repleto de complejos. También está Álvaro, quien es ginecobstetra, le gusta traer vidas al mundo, se siente poderoso haciendolo, esa es su vocación, al igual que haber formado una familia tradicionalista, donde se le respete y admire, donde los hijos sean criados bajo las estrictas normas del convencionalismo mexicano, sin importarle el desarrollo y derecho de los demás, especialmente de su mujer Tamara, una inteligente dama con un futuro profesional impresionante, cosa que al joven patriarca le molesta e incomoda. Otro digno Camacho es Julian, el "rompecorazones" cirujano plástico que nunca ha formalizado lo formal, los números para él son aquellos que se hacen contando a las mujeres que pasan por su cama, aficionado al sexo y amante empedernido de cuanta mujer se cruce, es un conquistador nato, que al tener ya a la presa le quita su valor para ir en busca de otra. El último es Bruno, tal vez el más distante del legado paterno, un joven médico igual que el resto del clan que abiertamente ha reconocido su homosexualidad, que vive con su gran amor de nombre Pedro y que se dedica a trabajar con grupos vulnerables en un albergue que ambos han montado para ayudar a jovenes en problemas de drogas y prostitución; todo lo anterior le ha costado la marginación de su padre quién nunca le perdonará a su hijo menor ser "marica". Sin embargo el ser gay no le quita un lado "machista", es celoso y conflictivo, de repente piensa únicamente en él y espera que los demás siempre le den su lugar. Tampoco se puede dejar a un lado las mujeres que sacuden las vidas de los Camacho: Silvia, la esposa que por muchos años fue la fiel compañera de Agustín y que un buen día cansada decide dejarlo, Tamara la profesional arquitecta que manda al carajo a su marido Álvaro cansada de considerar siempre su trabajo como no necesario y menor que el suyo, y por último Elena, la sensual doctora que con su perfil revolucionario moverá el tapete de todos los "machos" de esa familia con sus acciones y palabras. Estos son los Camacho, una dinastía que podría reflejar grandemente a muchos de nosotros, la educación que hemos tenido y la forma de ver la vida desde el punto de los "machos". No intento contar la historia, para eso pueden entrar a Youtube y ver los promos, de repente algún pedazo del excelente programa. Televisión de calidad desde mi humilde punto de vista, es lo que podría existir y sobrar en nuestro país. Una telenovela de altura, con gran argumento y excelentes actuaciones...con mucho sexo, conflictos y pasiones. ¡Yo Hache, la recomiendo!