El Rincón de la Utopía.

Bonitas piernas ... ¿A qué hora abren?...

martes, noviembre 14, 2006

Hoy solo quiero no existir!!!

viernes, noviembre 03, 2006

Kiwimelonear.

Revisando mis archivos, encontré un examen de ingles del segundo semestre de preparatoria. Tenia un hermoso 4.3 de calificación, sí, algo muy poco digno de decir. Algunos pensarían que a estas alturas de la globalización, seria muy raro encontrar a una persona joven que no tenga mínimo, un 50% de ingles; Pues señores y señoras, déjenme presentarme como de esos uno entre mil. ¿Vergüenza?...Creo que debería de sentir mas vergüenza por no dármela.
En la primaria jamás lleve la mas mínima mención de alguna materia que tuviera que ver con lenguas extranjeras, y fui feliz. Creía que el ingles era cosa de las películas de gente grande, porque las demás, incluidas las caricaturas, hasta siendo gringos hablaban español. Ohhh! que decepción al crecer y entender que esto era gracias a la magia del doblaje.
Ya en la secundaria, jamás me interesó. La llevé desde primer año. Me daba un maestro muy gracioso, que hablaba con el acento típico del yucateco, aporreado. Con una panza que siempre mostraba por su botonazo jamás compuesto; su calva de fraile y sus lentes gruesos lograban sacarme mas el ingenio para fregarle la existencia que para atender a sus clases. Sus constantes reclamos hacia mi honorable persona estaban en todas las clases; siempre gritaba que no entendía como podía ser una calamidad, un grosero, un majadero (entre algunas palabras jocosas como el mismo dice) siendo hijo de las personas que era, en referencia a mis señores padres, que para mala suerte de cualquiera eran parte de su circulo de conocidos; peor aun, mi mamá trabajaba en la misma secundaria y no dudaba en informarle de todo lo que hacia o decía. Pero por alguna razón extraña terminé pasando la materia y terminando la secundaria.
Inicia la preparatoria, sabia de antemano que el ingles se haría presente en el plan de estudios, y me preocupaba tanto como matemáticas, calculo, estadística y física; pero confiando en mi intelecto pensé que en esta etapa seria mas fácil, aun estando consiente de que a penas y sabia algunos colores, los números del 1 al 10 , saludar y despedirme (entre algunas cositas mas). Pero taca-ta -tannnnnnnnnnnnn....Imposible, el mismo maestro que en la secundaria me había y al que le había hecho la vida imposible era titular de la materia. Ahora las cosas ya no parecían tan suaves. El hombre, ya de edad considerable, tenia muy poca paciencia y desbordaba su carácter cuando a modo de burla lo parodiaba, apenas y conversaba con los compañeros de mi lado o pedía permiso para ir al baño. Lo peor venia cuando con aquella grabadora vieja, intentaba enseñarnos a cantar alguna canción en el idioma de la reina Isabel, como chiquitita de Abba o la de Celine Dion , esa que era la oficial de Titanic, y yo, levantando las manos como en un concierto bailaba y movía la boca mascoteando las palabras. Ya basta, esto es el colmo. Les vengo a enseñar a hablar ingles no a bailar. Por si gustan doy clases de jarana en las tardes, pero ahorita no. Lárgate ahorita mismo (tronando los dedos) a llamarme al Director, voy a firmar mi renuncia, yo no tengo ninguna necesidad de perder mi tiempo con gente que no quiere aprender y solo viene a calentar su banca y a perder el tiempo...bla...bla...bla. Para esto, el mencionado Director, era tío mío. A final de cuentas el maestro nunca renunció, pero si perdió mas pelo de lo debido, le dio en la torre a su grabadora cuando la aporreaba y me odio a mi y a algunos compañeros, hasta el final de la preparatoria.
Después de estos trágicos años, intenté estudiar un curso. El coordinador del mismo, decidió que debía estar en nivel uno, o sea el básico, como era obvio. Ahí, entre niños y niñas de primaria y uno que otro imbecil como yo intentaba poder algún día soñar con irme a vivir a Londres, pero supe a los dos meses de tomarlo que esta ciudad no me gustaba y regrese a la idea de España. El ingles ahora no me serviría para comunicarme. Salí del famoso curso en el que acrecenté mi porcentaje de .99% a 1%, con la firme intención de fincarme un camino exitoso sin ingles, con ayuda de traductores o secretarias, pero lo lograria.
Hoy, estando en la universidad y con tanto golpe que la vida al mero estilo gringo me ha dado, me he convertido en todo un bilingüe, sí, de esos que solo se entienden a ellos mismos o se engañan creyendo que lo hacen. Mi diccionario ingles tiene las palabrotas referentes al sexo básicas, puedo saludar y kiwimeloneo con la canción de Tarzan Boy o agringo las palabras. Así de fácil ha resultado renegar de todo lo que tenga la etiqueta EEUU, o por lo menos en cuestiones del idioma.
One Chesse Hamburguer and one coca diet, pliss. Rezare cuando este en Disney muriendo de hambre y cantando el car wash de la Aguilera a la version Balck Eyed Peas.