Corte de caja.

Se fue el 2010.

Siempre es bueno hacer un balance de lo que fue y no fue durante un año, o sea otro tramo más de vida recorrido. Cuando empecé a hacerlo, pensé primero en todo lo malo; parecía entonces que no había nada positivo, entonces me entró la desesperación y la mentalidad del hombre derrotado, aquel que es pesimista, negativo, depresivo...perdí la mente tratando de encontrar algún hecho rescatable del 2010 que termina y nomás no aparecía; solamente llegaban las cosas malas: una derrota electoral a inicios del año, una enfermedad que pareciera no supero del todo, falta de un trabajo formal, enemigos...

Después de mi baño de negatividad y cuando me disponía a vomitarla aquí, pensé que la primera cosa buena ha sido la vida, esa que nos es prestada por Dios. Luego aclaré la mente y dije, otra gran cosa buena es mi familia y mis amigos, por encima de los enemigos y la gente que me desea mal; inmediatamente después llegó la experiencia, que se resume en la oportunidad de haber aprendido muchas cosas cuando estás en política, grupos sociales o acudes a una cita de trabajo. Y así podría ir citando gran cantidad de cosas buenas que ha dejado este 2010, gente buena, noble, leal, amigos, gente nueva que llegó a la vida, la familia que sigue ahí, las experiencias de lo bueno, lo malo, lo regular y la simple y grandiosa magia divina que es la vida.

Gracias Padre por tantas bendiciones, perdón por creer en momentos que me abandonaste, perdón por ser negativo, por mis grandes pecados. Pero gracias por seguir permitiendo que respire, que goce, que entienda, que razone, que quiera, que disfrute, que me enoje, que me entristezca, que me ria...gracias por mi vida, por la de mis padres, de toda mi familia, de mis amigos.

Me queda encomendarme a Tí para estos 365 días que están por iniciar.

¡¡¡Felíz 2010!!!